sábado, 23 de junio de 2012

The Power of Dreams 9


Capitulo 9 (48)
Me senté rápidamente quedando encima de él. Miré nuestra postura, era un tanto… ¿porno? ¿Cómo habíamos acabado asi? Volvía a frotarme los ojos y me tapé la boca para bostezar.
-¿Qué tal has dormido?-me dijo Harry colocando sus manos en mi cintura.
Le cogí las manos, las aparté de mi cintura y se las coloqué encima de su pecho. Me miró de forma… no sabría deciros y recorrió mi cuerpo con la mirada. Entonces recordé que aun estaba sentada encima de él.
-Bien.-le dije levantándome y colocándome la camiseta.
-Buenos días.-me dijo Niall dándome un abrazo.
-Buenos días chicos.-les sonreí.
De refilón vi mi reflejo en un espejo que había en el comedor, estaba muy mal, tenia el pelo alborotado de dormir, la camiseta y los pantalones arrugados, también de dormir y también unas ojeras. Me pasé la mano por el pelo intentando colocarlo bien, pero como no era capaz acabé haciéndome una coleta.
-Ven a desayunar.-me dijo Louis empujándome hacia la cocina.
Entré y, de repente recordé que no había visto ni a Irene ni a Lucia por ninguna parte. ¿Donde se habrían metido? Me giré y esperé unos segundos a que se abriera la puerta de la cocina pero no fue asi. Me asomé por la puerta entornándola un poco.
-¿Qué le has hecho?-estaba preguntándole Louis a Harry.
-Nada.-dijo este peinándose sus rizos con las manos.
-¿Qué le has hecho?-repitió Zayn lo que había dicho Louis.
-Os juro que nada.-contestó Harry.
-¿Seguro?-preguntó Niall alzando una ceja.
-Que si coño, solo hemos dormido juntos.-dijo Harry levantándose y dirigiéndose hacia la cocina.
Corrí a sentarme en una silla y apoyé mi cara en la encimera cerrando los ojos. Notaba como mi corazón latía a cien por hora por el miedo de que me descubrieran escuchándoles. Oí como se cerraba la puerta y una mano se apoyó en mi espalda. Me coloqué recta en la silla abriendo los ojos.
-Me debes una explicación.-me dijo sentándose en la silla que estaba a mi lado.
Los demás entraron en la cocina y se pusieron a dar vueltas. Louis mordisqueaba una zanahoria, Niall estaba comiéndose un bollo que tenia muy buena pinta, y Zayn se miraba reflejado en las cacerolas. No había ni rastro de Liam.
-Yo no te tengo que explicar nada.-le dije a Harry.
-Claro que si. Tienes que explicarme por qué estabas asi anoche.-me dijo y yo me quedé paralizada. Noté las miradas de todos los presentes en la cocina puestas en mí. La puerta se abrió y entró Liam.
-Buenos días.-saludó.
-¿Dónde están Irene y Lucía?-pregunté para cambiar de tema.
-Se han subido a vuestro piso.-me dijo Niall sonriendo.
-¿Y no me avisan? Que majas.-dije bufando.
-Dijeron algo de que se te veía muy bien ahí.-dijo Zayn rascándose la cabeza.
-Debería subir.-dije levantándome de la silla y dirigiéndome hacia la puerta.
Recorrí todo el salón en busca de mis zapatillas que se habían colado debajo del sofá. Las cogí, me las puse y me dirigí hacia la puerta. La abrí y grité para que me oyeran:
-Hasta luego.-cerré la puerta y subí las escaleras hacia el apartamento.
Llegue a la puerta y lame al timbre. Lucia me abrió la puerta y yo me tiré directamente encima del sofá. Después de un par de intentos me convencieron de que comiera, ya que yo no tenía ganas. Cuando acabé de comer me metí directamente en la ducha.
Había puesto música en el móvil y estaba cantando todas las canciones a grito pelado, hacer eso me relajaba, me dejaba echar fuera todo lo que me estresaba. Salí de la ducha con una toalla rodeándome el cuerpo y otra en la cabeza.
-Ya he salido.-grité.- ¿Qué hacemos esta tarde?-pregunte, pero no obtuve respuesta.
Me encaminé hacia la cocina extrañada por el silencio que se extendía por toda la casa. Las busque por todas partes, detrás de las puertas, debajo de las camas, pero no estaban en la casa. Cuando llegué al comedor el corazón ya me latía a cien por hora. ¿Donde se habían metido? Dos notas que estaban pegadas al televisor llamaron mi atención.
La primera decía:
Lau, he quedado con Zayn, no creo q venga a cenar. TQ Lu.
La segunda decía:
E qedado con Niall, nos vemos luego. TeQ Iree :)
“Genial”, pensé, “me han dejado sola”. En ese momento el timbre interrumpió mis pensamientos. Fui a abrir la puerta sujetándome fuertemente la toalla para que no se me cayese. Abrí la puerta y lo primero que encontré fueron sus ojos verdes escaneándome de arriba abajo.
-Hola- me sonrió.-Que guapa.-dijo apoyándose en el marco de la puerta.

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