miércoles, 9 de mayo de 2012

Nobody else 33


Capitulo 33

(Narra Laura)
Tirité. Tenía algo de frio. Levanté la cabeza y vi el por qué. Tenia toda la espalda desnuda, sin una mísera sábana que me cubriese. Tiré un poco de la sábana y me cubrí la espalda. Me estiré un poquito y note como me crujían todos los huesos.
-¡Au!-gemí.
Liam se removió a mi lado. Continuaba dormido. Estaba guapísimo, tenía una sonrisita dibujada en la boca.
Cogí una de las sabanas y me rodeé el cuerpo con ella. Me dirigí al baño y me metí en la ducha.
Me dolían todos y cada uno de los músculos y las articulaciones. El agua fue relajándome poquito a poco. Me quedé como cinco minutos sintiendo como golpeaba el agua en mi cuerpo, me encantaba esa sensación.
Cuando terminé de ducharme me envolví en una toalla y volví a la habitación. Liam seguía dormido en la cama. Fui buscando mi ropa por toda la habitación, había algunas prendas que me costó encontrar, estaban en los últimos sitios en los que habría mirado, y me vestí. Volví al baño y me sequé el pelo con la toalla, ya que no había secador.
Cuando termine de secarme, más o menos, el pelo volví a la habitación y me senté en un sofá que había al lado de la cama. Miré mi móvil. Eran las dos de la tarde. Tenía cinco llamadas perdidas de mi madre y unas cuantas llamadas de mis tíos y primos. Y un mensaje de una de mis mejores amigas, decía: “ Hola sis!!, Felicidades en este dia tan bonito y especial :) Siento no poder felicitarte en persona, pero te me has ido muy lejos. Te Quieroooo Silvia :D” O mi Sister, pero cuanto la quería. La respondí: “Muchisisisisisismas gracias sis, no sabes cuanto te quierooo”, y llamé a mi madre.
-Hola mama.
-Felicidades hija. ¿Que tal por Londres?-me preguntó.
-Muy bien ¿Y vosotros por Madrid?
-Bien, echándote de menos, sobre todo tu padre, dice que no tiene con quien discutir y tiene a tu hermano harto.-me reí.
-Va, pásame a alguno de ellos.
-Felicidades-dijo mi padre.
-Gracias papa.
-¿Qué tal por allí?
-Muy bien, hace mejor tiempo del que esperaba.
-Me alegro, hija. Espera que te paso con tu hermano.
-Felicidades.-dijo mi hermano.
-Gracias.
-Ala mama ya la he felicitado, ¿puedo colgar no?-oí que decía y después me colgó.
Me levanté del sofá y decidí despertar a Liam, ya era hora. Pero un par de golpes en la puerta me hicieron cambiar de trayectoria.
Abrí un poco la puerta y me encontré con un chico vestido de uniforme con un carrito con un desayuno, que con solo verlo se me estaba haciendo la boca agua.
-Vengo a traeros la comida.-dijo el chico.
Le abrí más la puerta y le deje entrar. Pasó el carrito y dejo un par de bandejas encima de una mesa que había en la habitación. Miró a Liam con una expresión extraña pero no hizo ningún comentario.
-Si necesitáis algo mas, llamad al 023 es el servicio de habitaciones.
-Gracias-le sonreí y le acompañé hasta la puerta. La cerré en cuanto salió.

(Narra Liam)
-Liam-dijo esa voz que yo tanto quería.-es hora de levantarse dormilón.-me dijo dándome un beso en la mejilla. Me incorporé en la cama. Estaba sentada a mi lado.
-¿Por qué estas vestida?-le pregunté rascándome la cabeza.- ¿Por qué tienes el pelo mojado?
-Porque me he duchado.-me entregó algo que tenia en las manos.-toma, aquí tienes tu ropa.
-Yo también voy a ducharme.-le dije tapándome con la sábana y dirigiéndome hacia el baño.
Observé su sonrisa burlona por mi pudor antes de cerrar la puerta.
Me duché muy rápido y me sequé el pelo lo más que pude con la toalla. Me vestí y volví a la habitación.
La encontré sentada en el sofá que había al lado de la cama, comiendo.
-Buenos días,-le dije dándole un beso.-Felicidades.
-Gracias.-dijo dándome otro beso.-Tu comida esta encima de esa mesa.-me dijo señalando una mesa con la cabeza.
Dios que hambre tenia. Cogí la bandeja de comida y me senté al lado de Laura. Vi como sonaba su móvil.
-¿Si?-contestó.- (…) Gracias (...) Muy bien, en Londres (…) Si, de vacaciones (…) Vale, adiós.
-¿Algún familiar?-le pregunté metiéndome un trozo de comida en la boca.
-Si, mi tía, una de mis muchas tías.
-Bueno vamos a darnos prisa que tenemos muchas cosas que hacer-le dije dejando la bandeja en la mesa, ya había terminado. Cogí su bandeja y la dejé al lado.
La cogí de la mano y la llevé fuera de la habitación, bajamos hasta el vestíbulo del hotel y dejamos la llave en recepción. Salimos a la calle y llame a un taxi.
-¿A dónde vamos?-preguntó metiéndose en el taxi.
-Ya lo veras.-le dije metiéndome después de ella y dándole las señas al taxista.

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