miércoles, 23 de mayo de 2012

Nobody else 37


Hola amores. querria deciros que me haceis la persona mas feliz del mundo cuando me leeis que osquierooo muchisisiimo. Este capitulo quiza os resulte un poquito aburrido, lo siento si es asi :) Por cierto, estoy escribiendo una nueva historia y si quereis podria subir un pequño adelanto, pero solo si quereis hehehe :) #OsQuieroDeMasQueNoEsMenos
Capitulo 37

(Narra Liam)
Notaba como mi corazón latía fuertemente contra las costillas hasta que casi se salía de allí, de esa pequeña caja que le guardaba. ¿Que había echo? Me sentía tan mal por dentro que casi quería morirme, pero no podía, no todavía, tenia que explicarle a Laura lo que me había pasado, tenia que perdonarme, aunque lo veía bastante difícil.
Me quedé tumbado en la cama pensando en que decirle y esperando a que mi corazón se relajase y se apagase el fuego que había estaba caminando por mis manos cuando había estado tan cerca de ella.
Me había descontrolado demasiado, y sabía que ella tenía razón, pero ya era demasiado tarde. Se había marchado y se había llevado todo mi amor con ella.
Sin ella a mi lado me sentía vacío y mi cuerpo parecía roto, pero por desgracia para mi no era asi, haber preferido estar roto de verdad por fuera a estar roto por dentro de la forma de la que estaba.
Me quedé dormido y comencé a soñar. Eran sueños extraños pero que me destrozaban más y mas por dentro, en ellos la perdía para siempre, para toda la vida. En algunos la sujetaba desmarojada, rota y llena de sangre entre mis brazos, en otros simplemente existía el vacío que me había dejado al irse, solo vacío.

(Narra Laura)
Empecé a sollozar en su pecho, allí al menos me sentía a salvo.
-Shh No llores.-me dijo Louis quitándome las lagrimas de la cara con su camiseta.
Seguí recostada en su pecho, me acariciaba el pelo para que me tranquilizase, pero no era capaz. No conseguía hallar ninguna paz en mi interior.
Cuando conseguí relajarme un poco levanté mi cabeza del pecho de Louis. Tenía una gran mancha. Me reí, pero no fue un sonido alegre, fue mas una especie de risa falsa y quebrada.
-Dios, como me has dejado la camiseta.-me dijo sonriendo.-Estoy seguro de que si la escurro sale un rio de agua. ¿Quieres que probemos?-Me reí, era tan estúpido.
Me limpie la cara y cerré el libro.
-Laura, lo siento mucho.-me dijo Louis repentinamente serio.
-¿Por?-le pregunté.
-Os he oído.
-Oh, vaya.-dije intentando estar calmada.-Bueno al menos no tengo que repetírtelo.
Me abrazó de nuevo. Muy muy fuerte.
-Yo también lo siento mucho.-le dije.
-¿Por?
-Por lo que te ha pasado con Eleanor. Es por mi culpa, ¿a que si?
-No, claro que no, es una equivocación y ya esta, pero no soy capaz de convencerla de la verdad.
-Yo te ayudaré.-le dije.-igual que tu me ayudas a mi.
-Lo siento.-volvió a decir y yo levanté la cabeza extrañada.
-¿Por?-le pregunté mirándole a los ojos.
-Por lo que voy a hacer.-susurro en mi boca.
Sentí la presión de sus labios sobre los mios. Tenia un taco suave, eran dulces y sin ninguna presión. Le pasé las manos por detrás del cuello para acercarlo más a mí.
Soltó una exclamación de asombro contra mi boca. Había estado seguro de que le iba a rechazar, pero yo necesitaba probar otros labios, no solo los de Liam.
Liam, una punzada de dolor atravesó mi pecho. Me separé un poco de Louis y apoyé mi cabeza en su hombro. Él seguía acariciándome el pelo dulcemente.
Levanté la cabeza y le miré a los ojos. Necesitaba volver a sentir sus labios, pero no estaba segura de si era lo correcto, aun asi necesitaba olvidarme de Liam, aunque fuese solo durante cinco minutos.
Me acerqué poco a poco a él.

(Narra Louis)
Terminé de juntar nuestras bocas. Había deseado miles de veces probar sus labios y al fin lo había conseguido. Me parecía mal lo que estábamos haciendo. Era la novia de uno de mis mejores amigos, pero aun asi no podía dejar de besarla. Me subían escalofríos por la espalda cada vez que lo hacía.
Baje mis manos, que habían estado en su pelo, a su cintura y la pegué mas a mi. Su boca era insistente contra la mía. La senté en la encimera y me rodeó la cintura con sus piernas.
La presioné contra mí. La sentía tan, tan cerca, tan sumamente cerca. No podía dejar de besarla, el sabor de su boca me estaba volviendo loco, estaba enloqueciendo y sabía que eso no era lo mejor. Intenté mantenerme tranquilo, con la cabeza en calma, pero no podía, su boca era tan insistente y no paraba de acariciarme la nuca.
De repente oímos un fuerte portazo, y vimos como se encendían miles de luces. Laura se separó de mí y miró con la boca abierta hacia la puerta. Me giré lentamente y allí estaban todos, todos menos Liam. Mirándonos con los ojos como platos y con la boca abierta.
Me volví a girar y miré a Laura. Tenía los ojos encharcados. Echó la cabeza hacia delante y la apoyó en mi hombro. Sus lágrimas empezaron a brotar y yo la abracé para consolarla.

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